Si no deseas ir a un campamento de verano o si te da miedo enfrentarte a lo desconocido… No temas, te contamos cómo sobrevivir a un campamento de verano. Todo lo que necesitas saber para que se convierta en una increíble aventura. Ya lo verás, al final no querrás que acabe.
Para que un campamento de verano no sea negativo desde un principio, te tocará esforzarte, convivir con lo desconocido, hacer amistades y salir de tu zona de confort (tu casa, tu cuarto, tu madre, tu padre, etc.). Si lo intentas, si haces un esfuerzo, llegará seguramente el día de tu vuelta y ya no querrás irte.
Cómo sobrevivir a un campamento de verano: 5 maneras de lograrlo
En un campamento de verano hace falta hacer amistades cuanto antes.
Todos somos un poco tímidos los primeros días del campamento, pero dura 2 semanas y por lo tanto si no quieres quedarte solo, anímate ya. Sonríe, intenta ser amable y habla con los demás. Cuanto antes lo hagas, mejor será tu experiencia.
Haz cumplidos, no hables solamente con los que te inspiran confianza, hazlo también con otros que pueden no parecer tu prototipo de amigo, a veces puedes llevarte una grata sorpresa. Si tienes algo (caramelos, chicles, etc.) y quieres compartirlo, ¡adelante! Es una excelente idea.
¿Quejarte? A poder ser lo menos posible.
En un campamento de verano hay cosas que pueden no gustarte: los mosquitos, la comida, la almohada. Pero hay muchas otras cosas por las que estar feliz: la piscina, el campo de fútbol, tenis, la discoteca, etc. Por lo tanto, es mucho más positivo hablar de las cosas positivas que de las negativas.
Si te quejas, tus amigos también lo harán y entrarás en una espiral que te llevará a la tristeza más absoluta. Recuerda ser positivo siempre. Además, si alguien se lamenta por todo en muy poco tiempo se sentirá más solo, sin amigos. Si quieres hacer un comentario negativo recuerda hacer dos positivos en la misma conversación.
El monitor es tu amigo.
Hace falta ser muy simpático con todos y mostrar tu amistad y sociabilidad. Los monitores te quieren, si ves que necesitan ayuda, puedes ofrecerte voluntario, trátelas siempre con respeto. Esto puedes aplicarlo también con tus compañeros, si necesitan ayuda, da un paso adelante, te lo agradecerán. Amigos y monitores son la llave de un campamento inolvidable.
El campamento de verano acaba.
De repente el campamento acaba y ni siquiera te has dado cuenta. Has hechos muchos amigos y lo mejor es no perderlos. Intercambia el número de teléfono, síguelos en Instagram, etc. Un día podéis quedar para veros y recordar los momentos más felices del campamento, y seguramente quedaréis para volver el próximo verano.
Recuerda que tú eres el mejor, nunca te rindas y vete con la cabeza bien alta. Aleja lo negativo, busca lo positivo para que puedas estar bien contigo mismo.
Supera cualquier adversidad con la ayuda de tus amigos o monitores. Recuerda que el campamento dura dos semanas y es el tiempo que tienes para poder probar todo lo que el campamento te ofrece, no te lo pierdas bajo ningún concepto. Descubrirás que estás creciendo como persona y eso te hará disfrutar más del campamento.
Respeta a los monitores si quieres tener una experiencia positiva. Aunque estemos en verano, debes seguir las reglas y respetar a los monitores. Ellos están para que todos vosotros lo paséis genial y darán el 100% para que así sea. Si no tienes clara alguna regla, es mejor preguntar.
La nostalgia es normal.
Si sientes con nostalgia, lo primero que debes saber es que es algo muy normal. Si te sientes mal, háblalo con tu monitor, con tus amigos… Seguramente descubrirás que no eres el único, todos echan de menos un poco su casa, a su familia y amigos. Pero luego, recupera lo positivo y no te pierdas todo lo que el campamento te ofrece, debes estar siempre ocupado, haciendo algo. Y lo más importante, cuantas más amistades tengas, menos echarás en falta tu casa.
Recuerda que el campamento de verano te hará una persona mejor.
Tus padres te lo habrán dicho varias veces y tú seguramente habrás mirado al cielo. Pero esta es la verdad. Todos los que van a un campamento desarrollan más su independencia, mejoran su autoestima porque hacen cosas que igual pensaban que no ser capaces de hacer, y socializan mucho más fácilmente.
Cuando vuelvas a casa te darás cuenta de que eres una persona más fuerte, más dinámica y todo gracias al campamento de verano al que has ido.